A medida que el ser humano despierta e ingresa en la evolución consciente, se enfrenta con una gran maraña de vínculos que creó en el transcurso de sus vidas. Entonces toma consciencia de que la mayor parte de los obstáculos a su progreso deriva de esos lazos antiguos - en otras palabras, de su propio karma. Ese karma se neutraliza con más facilidad cuando él:
Forma un concepto correcto y puro de cada cosa tal cual ésta se presenta, sin tener en cuenta si es o no de su agrado, sin basarse en simpatías o antipatías.- Considera las cosas de acuerdo con el concepto así formado y no se deja llevar por otras influencias, alcanzando de este modo un discernimiento correcto.
- Expresa de modo justo y preciso lo que necesita comunicar, de acuerdo con el concepto y el discernimiento correctos alcanzados hasta entonces. Para ello, a las palabras que expresa no le agrega nada más que ese concepto y ese discernimiento.
- Transforma el concepto correcto, el discernimiento correcto y la palabra correcta en acción; deja de actuar conforme a simpatías ó antipatías, desligado de las vivencias pasadas.
- Hace lo mejor que puede en la situación en que se encuentre, a la cual el destino lo condujo. Al acogerla, descubre dentro de sí la fuerza para la acción correcta en el mundo.
- Busca que la palabra correcta, el concepto correcto, el discernimiento correcto y la acción correcta, se conviertan en una actitud habitual. Cultiva los hábitos que resulten de los pasos dados en esta senda y no los que derivan de tendencias pasadas.
- Reflexiona con sincera humildad sobre los aprendizajes hechos y los mantiene vivos en su memoria, como un escenario que constantemente lo impulse a la evolución.
- Se entrega con pureza a las cosas evolutivas, sin predilecciones, sin dejarse guiar por recuerdos o afectos; contempla las cosas y las deja hablar a su interior. Aprende a "escuchar" su esencia.
Este camino se fundamenta en las clásicas instrucciones dejadas por Buda. Con todo, a lo que se dijo, podemos agregar que el karma también puede neutralizarse sin la actuación directa de la persona. Se sabe, por ejemplo, que personas que tienen vínculos kármicos entre sí, positivos ó negativos, son atraídas para realizar trabajos evolutivos juntas. Los trabajos evolutivos permiten la transmutación de esos vínculos y, así, el karma es atenuado, con consecuencias benéficas para todos.
El karma se neutraliza con mayor facilidad cuando, en esas personas, se fortalece el contacto interior con grupos de almas que ya colaboran con la evolución. Además de ayudarse unas a otras con su irradiación, las almas también reciben del Instructor del grupo impulsos para la superación de las tendencias engendradas en el pasado.
Esos impulsos - a los que Ramana Maharshi llamó instrucción silenciosa -, dados interiormente por un ser más adelantado, impregnan las almas de libertad, las llevan a un estado en que nada las puede detener en su viaje rumbo al Infinito.
En esos casos, a medida que la consciencia se expande, con cada grado evolutivo alcanzado, se requiere no sólo un abordaje específico por parte del ser que es la fuente inspiradora, sino también un cambio del tipo de instrucción y, quizás, hasta de Instructor interno.
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